lunes, 22 de septiembre de 2014

A LOS 17 AÑOS, MURIÓ SAM BERNS, QUE SUFRÍA “LA ENFERMEDAD DE BENJAMIN BUTTON”.

Padecía progeria, una enfermedad genética fatal que causa un envejecimiento rápido y prematuro. Afecta a un bebé cada uno o dos millones de nacimientos, y en el mundo hay solo unos 250 niños que la sufren.

La película “El curioso caso de Benjamin Button”, protagonizada por Brad Pitt, cuenta la historia de un hombre que nace con el cuerpo de una persona de 90 años, pero va rejuveneciendo en el transcurso del tiempo.

La historia está basada en un relato del escritor F. Scott Fitzgerald, y aunque no es exactamente el mismo caso, se la relaciona con la enfermedad que terminó con la vida de Sam Berns a los 17 años.

La Fundación para la Investigación de la Progeria explica que el síndrome progeria de Hutchinson-Gilford, o simplemente “progeria” o “HGPS” es una rara y fatal enfermedad de origen genético. Su nombre deriva del griego y significa “prematuramente viejo.

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